sábado, 13 de agosto de 2011

Para gustos... los colores.

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Lo que pretendía era lograr una variante personal sobre algún modelo del repertorio tradicional del marmoleado. Cambiar un peine por un punzón, aislar el motivo, cualquier cosa que resultara atractiva y un poco... diferente.

Además, aunque está todo inventado se puede cambiar el color de cada papel y así conseguir muchas variantes con un solo modelo.

Aislé dos columnas del modelo denominado "espiguilla" sobre el fondo del papel y dibujé dos ramos ondulando un punzón a derecha e izquierda.

Amarillo y negro sobre azul; negro sobre amarillo; y rojo y amarillo sobre azul.





Pero buscaba otra cosa, así que añadí más columnas y alterné pasos rectos y ondulados.


Y comprobé que me gustaba más el ramo ondulado.


Seguí cambiando colores y poniendo y quitando columnas.








Hasta que decidí separar los ramos de colores con columnas en blanco y negro.




Ahora se trataba de hacer los ramos con un solo color, para que cuando se buscara un papel rojo o marrón este tuviera, únicamente, ese color.






Pero, claro, el ramo se puede hacer en blanco y negro y dejar la "espiguilla" en su color. Justo a la inversa que las variantes anteriores.




Hasta que, por este camino, variante tras variante, uno no sabe si ha encontrado algo diferente, o simplemente, está borracho de colores.



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viernes, 5 de agosto de 2011

Algunos papeles al engrudo.

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Por qué utilizo la palabra Marmoleado.

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Ambos artesanos están jaspeando, pero, en mi opinión, sólo el de abajo está Marmoleando.


En español se deben emplear las palabras Jaspear y Jaspeado para aludir a la técnica pictórica que empleo y que denomino Marmoleado.


Puedo explicar por qué. Aunque hacerlo sea fatigoso.


En Octubre del año 2007 hice una consulta a la Real Academia de la Lengua, porque tenía mis dudas, y… me contestaron.


Le parece bien a la Academia el empleo de la palabra Marmoleado, pero no así, lo deduzco por su silencio, el de otras como marbreado, marmolado o marmorizado, que también se emplean en este mundo, aunque menos. Pero consideran esta palabra Marmoleado y la tradicional Jaspeado, como sinónimos. Alude el vocablo jaspeado a una apariencia, similar al mármol, y la palabra jaspear se emplea para denominar la acción de conseguir esa apariencia.


Pero ¿cómo se consigue esa apariencia?

¿Pintado directamente una columna de yeso con pinceles?

¿Pintando un papel sin tocarlo por medio del agua?

¿Salpicando con una brocha gotas de pintura directamente al papel?

¿Por medios naturales, como el tritón jaspeado?


Demasiados caminos diferentes para lograr el mismo resultado. Buscaba, necesitaba una palabra, una sola palabra, que definiera y nombrara exclusivamente esta técnica de pintar en la superficie de un líquido sin tocar el soporte definitivo, una técnica que suficiente personalidad tiene como para poder gozar de un nombre propio diferenciador.


Utilizo Marmoleado porqué es una palabra más moderna que jaspeado y por tanto aún se puede pretender fijar su significado. Ya sé que soy muy ambicioso, necesitaré vuestra ayuda para que el empleo de la palabra la haga aceptable.


Además, son los derivados de la palabra marmol los que se emplean en otros idiomas de nuestro entorno para denominar esta técnica.


En francés Marbrure,

en inglés Marbling,

en alemán Marmorieren,

en italiano, Marmorizzare,

y en español, en cambio…jaspear.

¿Por qué no Marmoleado, como los demás?


Incluyo aquí el texto de la respuesta de la RAE.


“Como tecnicismos del mundo de la encuadernación, jaspear y marmolear (así como los sustantivos derivados, jaspeado y marmoleado) son recogidos por don José Martínez de Sousa en su Diccionario de tipografía y del libro (Ed. Trea, 2004), y se definen como ‘salpicar el corte de un libro con gotitas de colores que imitan las vetas o pintas del jaspe’.

Ambos vocablos se consideran correctos desde el punto de vista morfo semántico. El término jaspear se define, efectivamente, de forma genérica, como ‘pintar imitando las vetas y salpicaduras del jaspe’; dado que jaspe se toma aquí en el sentido expreso de ‘mármol veteado’, este vocablo resultaría, en realidad, más preciso. No obstante, marmolear se emplea en este ámbito de especialidad con el mismo significado; aunque ciertamente calca los vocablos inglés (marble) y francés (marbrer), se trata de una voz impecablemente formada también en nuestra lengua y cuyo empleo no cabe censurar. Como término especializado, aunque tampoco referido específicamente al campo de la edición, lo recoge ya el Diccionario del español actual (Seco/Andrés/Ramos; Aguilar, 1999).”

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